4 esquinitas tiene mi encrucijada, 4 recantones que me la guardan
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Autor: Anónimo. Localización: Innumerables esquinas y puertas de los barrios históricos de Valencia, pero nos centraremos especialmente en el cruce entre las calles Bárig, Recreativa y Verbena del barrio de Benicalap. En concreto en los números 8 y 12 de la calle Bárig y en los 3 y 6 de la calle Recreativa. Materiales: Piedras abundantes en la zona, como la piedra de Godella o el rodeno, labradas o sin trabajar. A veces se enjalbegaban y algunas además han sido pintadas. Excepcionalmente se pueden encontrar guardarruedas de fundición. Normalmente se utilizaban los materiales que se tenían a mano, como demuestra el hecho de que en paralelo al vallado del número 12 se haya colocado recientemente una vigueta pretensada de hormigón. Dimensiones: Muy variables, ya que algunos recantones están formados por pedruscos sin tallar. Sobresalen respecto a las fachadas entre 20 y 50 centímetros. Tipología: Protección de los ángulos mediante recantones que disuaden al tráfico rodado de que se aproxime a las esquinas y aristas del edificio. Inteligencia: Elemento de sacrificio y de bajo coste que preserva de posibles impactos un punto débil, como es el ángulo de estos muros de carga, para evitar males mayores. Explicación: La protección de las esquinas ante las agresiones del tráfico rodado es un problema recurrente, al que los antiguos constructores se han enfrentado muchas veces, planteando diferentes soluciones: 1. Utilizar en la esquina un material más resistente, como es la cantería. 2. Eliminar la arista, redondeándola. 3. Achaflanar la esquina, resultando dos aristas más resistentes, dado que los ángulos comprendidos entre los planos contiguos son mayores que el ángulo original que formaban las fachadas. 4. Disponer algún elemento de sacrificio en la esquina, que sobresalga respecto a los paramentos y cuya presencia aleje a los vehículos del canto. Confluencias entre los viales del centro histórico: calle Correjería - plaza Ibáñez; calle Conde de Montornés - calle Gobernador Viejo; plaza del Ángel - calle Vall de Crist; y calle Bárig - calle Verbena. El cuarto de los remedios anteriores es el que encontramos con más frecuencia en el barrio de Benicalap. Los recantones, guardacantones, guardarruedas o marmolillos son unas piezas que se colocaban adelantadas respecto a las esquinas o a las jambas de las puertas, con el fin de preservarlas de los impactos causados por los bujes o cubos de las ruedas de los carros. Hoy en día algunos han perdido su sentido, al ser relevados de su función por las aceras, pero otros siguen en funcionamiento, evitando los posibles roces o golpes que los vehículos pudieran infligir a los edificios. Respecto a las puertas, estos postes normalmente flanqueaban el paso y, junto con las carriladas o roderas (unos pequeños rebajes en el umbral del vano), dirigían a los carruajes hacia el pas de carro, que era una banda de pavimento especialmente resistente que atravesaba la casa y conducía a las caballerías hacia sus establos. Puertas en el casco antiguo de la ciudad, en concreto de los edificios situados en: Avellanas, 7; Conde de Montornés, 7; Franciscanos, 6; Palomino, 12; Valldigna, 8; Tetuán, 4; Salvador, 20; y Trinitarios, 6. En este cruce de Benicalap existe una concentración de recantones que es difícil encontrar en otras encrucijadas de la ciudad de Valencia. Además, en esta misma intersección existe un ejemplo de guardarruedas protegiendo los quicios de la puerta del vallado. Aquí los recantones todavía cumplen su misión, pues los coches reducen la velocidad y se encaran perfectamente en la calle antes de girar la esquina. Información gráfica: Vea el VÍDEO 4_esquinitas tiene mi encrucijada, 4 recantones que me la guardan. Consulte dónde está la solución constructiva en el MAPA Inteligencias Colectivas 2.0.