Autor: ¿Municipalidad?
Localización: En los límites de la avenida principal del barrio de Usme. Bogotá. Colombia.
Dimensiones: Las gradas son de unos 10 metros de largo o más.
Material: Árboles y sierras, más el hormigón para las gradas.
Tipología: Situación peculiar resuelta con improvisación.
Inteligencia: Transformación de materiales para usos inéditos debido a la improvisación municipal en una zona donde no se quiere actuar.
Explicación: A cada lado de la calle principal del barrio de Usme quedan unos 15 metros vírgenes, sin ley ni orden. Quince metros que se ocupan con la ley del más fuerte, 15 metros de espacios públicos potenciales que la municipalidad no asume porque está esperando a acometer la reforma de toda la calle. En ese contexto una de las únicas actuaciones para los ciudadanos desde el punto de vista del espacio público es la construcción de una grada de hormigón en uno de los márgenes de la avenida, salvando un pequeño desnivel. La construcción de esas gradas, con una tecnología muy básica y sin medios, atravesaba varios árboles que debían ser talados. Los constructores anónimos decidieron cortar estos árboles con la forma de la grada de tal manera que el tocón escalonado se convertía en parte de la misma, en la que aparece un cambio de material muy apetecible.
Documentación gráfica:
Que pena diferir de criterio.. esta práctica denota varias acciones negativas:
1.- «Desidia» de los constructores de la vía, que prefirieron dejar los árboles, o sus troncos como remate de la vía, lo que ocasionará daños.
2.- Sacar el tronco o tocón genera daños si no se planteo antes, hubiera sido más agradable conservar los árboles como punto de referencia visual.
3.- Hace falta un mejor manejo del Espacio público, se observa un anden estrecho y se percibe las dificultades de las personas de edad para llegar o descender de él.
La verdad es que por supuesto está operación tan particular implica muchas decisiones negativas. Solo el hecho de como se está ocupando la administración de este espacio de todos es una desidia grande. A la vez, todo lo que implique talar un árbol para poner cemento en nuestros días ha de ser revisado con lupa.
Lo que nos parecía interesante es que entendiendo el contexto donde se produce, y por supuesto sabiendo que se ha generado para abaratar los costes, de pronto, un ciudadano se puede sentar en una grada de madera de un árbol autóctono y no sentir el polvo frío del hormigón.
No todas las actuaciones de inteligencias colectivas tienen que verse como ejemplos a seguir, pero si como situaciones de las que aprender. Y esta, a nuestro juicio es una situación bastante compleja que habla de muchas cosas, interesantes, críticas e incluso apetecibles y divertidas.